Lobelias

   Si hay una flor que se ha ganado la entrada que inaugura el capítulo de jardinería sin duda es la lobelia. Llegó a mi jardín hace tres años, en un sobre de semillas que compré por casualidad, como tantos otros, para probar. Las semillas son tan pequeñas que venían encapsuladas, y tardaron en germinar.

   Tanto, que ya casi había perdido la esperanza de que de allí saliera algo. Pero un día me pareció ver en la maceta unos puntitos verdes, tan pequeños que eran casi invisibles. De aquellas cinco bolitas empezaron a nacer unas plantitas que eran cada vez más grandes.

   Desde entonces, las lobelias no han abandonado el jardín, parece que les gusta el sitio porque cada año salen más, ellas solas se propagan por todos lados, nacen entre el césped y en los arriates, entre las demás flores, al sol y a la sombra, en todos lados.

    Son plantas anuales, pero cuando se secan dejan las macetas llenas de semillas invisibles que nacen en cuanto llegan las primeras lluvias. No sé qué enfermedades les atacan, porque en todo este tiempo no les he visto pulgón ó cochinillas, nada, ni siquiera que se las coman los caracoles.

   En resumen,si queréis una planta fácil para dar un bonito color azul a vuestras macetas, os la recomiendo vivamente. ¡Tendreis lobelias para rato!