Qué ricos están los caracoles. Como tienen una temporada muy corta, solo el mes de junio, aprovechamos para comerlos siempre que podemos. Son laboriosos de limpiar y hacer, pero a mi me gusta tenerlos en casa todo este mes.
Receta:
- Dos kilos de caracoles
- 1 cebolla hermosa
- 1 cabeza de ajos
- 1 rama de poleo
- 1 buen puñado de sal, más otros dos para limpiarlos
- Especias de caracoles: Guindillas, pimienta negra, cominos y cilantro, al gusto.
Lo primero y muy importante es lavar muy bien los caracoles. Hay que ponerlos en el fregadero, mojarlos y a continuación echarle dos puñados grandes de sal. Moverlos bien de abajo arriba con las dos manos, y empezarán a soltar babas. Esto es normal, seguir moviendo un rato más, y ponerlos bajo el grifo para quitarles la baba, dándoles varias aguas hasta que queden totalmente limpios.(Ya lo sé, esta receta no tiene mucho glamour).
Una vez limpios, ponerlos en una olla grande y cubrirlos con agua bastante. Dejar reposar unos 40 minutos antes de poner al fuego. Esto se hace para que los caracoles se ahoguen antes de cocinarlos y así se mueren con el cuerpo fuera del caparazón. Para que no se salgan de la olla en este proceso, pasar medio limón por el filo. El ácido los repele.
Pasado este tiempo, poner al fuego muy lento hasta que el agua hierva. En este momento se empieza a formar mucha espuma, dejar hervir unos cinco minutos y retirar. Esta espuma hay que quitarla, y yo lo que hago es volver a volcar los caracoles en un gran colador y ponerlos debajo del grifo otra vez, desechando el agua.
Ahora ya sí empieza el guiso propiamente dicho:
Los volvemos a poner en la olla con agua limpia, un buen puñado de sal, el ajo y la cebolla, la rama de poleo, y las especias envueltas en un trocito de tela.
En cuanto a la cantidad de especias, es difícil dar una cantidad porque hay diferentes gustos, pero yo sugiero ser prudente al principio, sobre todo con el chile, y si se quiere mas picante siempre se puede añadir y dejar hervir otro rato.
Dejar cocer a fuego lento, unos 40 minutos, probar y rectificar de sal y especias si hace falta. En caso necesario, dejar cocer un rato más para que los caracoles tomen la sal, si no ya se pueden retirar y comer.
¡¡¡qué buenos!!! esas foticos si que tienen glamour...¡y esa muñequilla! ;)
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