Mirad qué bonito es el Jazmín de Madagascar. Ahora está en su mejor momento. Como aquí no hiela, podemos sembrarlo en el jardín, le gustan los sitios luminosos pero sin mucho sol directo. Sus flores, además de bonitas, tienen un olor muy suave y agradable.
Durante el invierno no crece nada, las hojas se ponen de un color verde apagado y parece que se va a secar, pero cuando llega el calor empieza a brotar, poco a poco aparecen los capullos en ramilletes y de pronto un día te acercas a verlo y es una explosión, con esas flores que parecen de cera.
Hay veces que le ataca el pulgón, entonces hay que pulverizarlo con algún insecticida, aparte de eso no le he visto otra plaga. Dicen que es recomendable dejarlo reposar en invierno, no regarlo ni abonarlo, pero el mío como está en el exterior se riega cuando llueve y a pesar de eso florece muy bien.
Eso sí, ahora agradece un buen abonado, a mí me encanta el humus de lombriz, es ecológico y no deja residuos tóxicos, y sólo hay que esparcer unos puñados alrededor del pié de la planta.
Ya sabeis, si vivís en una región templada, intentad sembrar uno en vuestro jardín, os alegrareis.
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